El otro judío hijo de obrero
Biografía de Carl Sagan
Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas.
Se ha hecho casi una costumbre que la televisión peruana elabore reportajes acerca de lo poco que saben los universitarios sobre cultura general. Los periodistas surcan las universidades con fotos de Bolognesi, Ugarte (héroes peruanos), Vallejo, Arguedas (escritores peruanos), etc. y preguntan a los jóvenes si los reconocen. Las respuestas generalmente son erróneas. Eso dice mucho de la educación peruana, pero me encantaría que a esos periodistas se les colocara las fotos de Carl Sagan, Marie Curie, Newton y otros científicos para saber si los conocen.
La educación va más allá de la historia nacional y de nada sirve que se conozca la biografía de los personajes más preclaros si ese conocimiento no aporta nada.
No intentaré si quiera dilucidar por qué a los escolares no se enseña la vida de muchos científicos o pensadores ni por qué la ciencia está muy mal encaminada en los colegios. Prefiero hacer una pequeña síntesis de sus biografías pues sus aportes fueron indispensables para la humanidad y sus vidas son tan maravillosas que suscitan más que admiración: contagian las ganas de aprender.
SU INFANCIA
Su familia era judía; su padre, obrero; su madre, ama de casa y vivía en un barrio modesto. Pero no se creía hijo de dios ni su intención era morir para salvar al mundo. Él quería aprender.
De niño se quedaba horas contemplando las estrellas en el cielo neoyorquino y se extasiaba con los dinosaurios, se preguntaba cómo se había formado el universo e imaginaba cómo serían los extraterrestres. A diferencia de muchos niños, sus preguntas y fantasías no asustaron a sus padres, sino que fueron incentivadas. Carl Sagan aprendió a dar riendas a su imaginación, pero también aprendió que esas riendas estaban sujetas a la razón, a la probabilidad y a la realidad.
SAGAN Y EL ESPACIO
Su inmensa curiosidad y sus ánimos científicos lo llevaron a graduarse como físico a los 20 años (1944) y a plantear preguntas incómodas a sus colegas. Por ejemplo, fue un entusiasta de la investigación sobre vida extraterrestre. Su más grande sueño fue contactar con extraterrestres, pero él sabía que no es necesario creer si algo es real. Por eso no dejó que la fantasía lo dominara y en lugar de creer en platillos voladores que raptan personas y vacas y dibujan surcos en las plantaciones, optó por investigar.
Basado en las probabilidades matemáticas de existencia de vida fuera de nuestro planeta, realizó muchos debates sobre ella, pero sus colegas de Harvard lo rechazaron. Esto no impidió que él siguiera investigando. Llegó incluso a liderar el proyecto SETI (que buscaba rastros de vida inteligente extraterrestre).
Además, participó en el proyecto Apolo 11 (el que permitió que los humanos pisaran la Luna en 1969) , en la misión Mariner 9 (la que logró orbitar Marte en 1971), en los programas Pioneer (otro link) y Voyager (otro link), cuyos objetivos fueron lanzar sondas que luego de explorar ciertos planetas, continuaran vagando indefinidamente por el espacio para enviarnos información).
Sagan convenció a la Nasa de colocar en las sondas mensajes a los posibles extraterrestren que las encontraran: grabó placas y discos con diversa información de nuestro planeta y sus civilizaciones, colocó fórmulas matemáticas y música, así como sonidos e imágenes de la naturaleza. El disco se llamó The Sounds of Earth (Sonidos de la Tierra).
Pero no solo eso, Sagan fue el primero en deducir una aproximación muy cercana a la composición y características de Venus. También fue el primero en plantear que el color rojo de Marte se debía a tormentas de polvo. ¿Cómo logró esto? Ciertamente no fue iluminación divina, sino conclusiones basadas en conocimientos científicos, probabilidades y lógica.
ACTIVISMO DE SAGAN
Su preocupación por la humanidad y su amor por la naturaleza lo impulsaron a encarar los problemas del calentamiento global y denunciar el uso de armas nucleares.
Él estaba muy preocupado por los efectos negativos de las creencias irracionales, como las pseudociencias, por eso investigó sobre el origen de la vida y sus experimentos concluyeron que las moléculas orgánicas básicas para la vida pueden reproducirse en el laboratorio bajo condiciones controladas: un paso más que desvirtuaba el mito de la creación. También fundó el CISCOP (Comité Para la Investigación Escéptica de los Fenómenos Paranormales) con el fin de demostrar que los fenómenos paranormales son en realidad producto del desconocimiento científico, percepciones erróneas, sugestión e incluso fraude.
Sin embargo nunca se contentó con solo con investigar, incursionó también en la divulgación científica con varios libros y una serie para la televisión llamada Cosmos (capítulos completos en este link).
Sabía que solo colocando al alcance de todos la información científica es posible fomentar el uso de la razón, incentivar la imaginación y alejar las supersticiones, los miedos irracionales y las estafas a las que son sometidas millones de personas.
Su programa fue un éxito: marcó la vida de quienes luego serían científicos (como Neil deGrasse Tyson, que luego grabó una serie con el mismo nombre) o sencillas personas que han aprendido a sentir pasión por aprender.
POLVO DE ESTRELLAS
Aunque a los 62 años (1996) murió por una neumonía luego de una larga agonía producto de la mielodisplasia, su influencia persiste. Les dejo su última entrevista.
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Otros artículos míos:
- Retira tu religión de mi universidad
- A mi amigo Pedrito (Suárez-Vértiz)
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